El cálido brillo del oro rosa, suave y delicado, le dará un carácter único al diseño de su anillo y le proporcionará un precioso contraste a los diamantes. Visto por primera vez en la Rusia imperial, este metal precioso se usa a día de hoy en muchos diseños de anillos y se ha convertido en un sinónimo de eterno romance.
¿Por qué elegir oro rosa?
El oro rosa apareció por primera vez en la Rusia del siglo XIX, popularizándose bastante rápido entre la nobleza, en parte debido a su uso por el famoso creador de joyas Carl Fabergé. En tiempos más recientes, la tendencia de mezclar diferentes metales lo ha vuelto a traer a la palestra.
Para conseguir una tonalidad brillante y rosada, el oro puro ha de ser aleado con cobre. El color de este metal dependerá de la cantidad de cobre que se use. El oro rosa de 18 kilates que usamos en nuestros anillos de eternidad contiene un 75% de oro puro, lo cual le da esa calidez y la delicadeza de su rubor rosa.
El oro rosa creará un buen contraste y un diseño brillante en conjunto con diamantes blancos, aumentando su esplendor. Este metal precioso también es ideal para diseños de anillos que se piensen usar a diario, pues la pura naturaleza del metal hace que sea duradero y resistente al uso continuado.
La tonalidad rosada del oro rosa complementa muchos tipos de tonalidades de piel, y destacará especialmente en aquellas que sean más cálidas. Dependiendo de su gusto o preferencia, puede elegir mezclar su anillo de eternidad de oro rosa con anillos de otros metales para crear más dimensión. Debido a la calidez de su color, el oro rosa queda particularmente bien emparejado con el oro amarillo.
Debido a que un anillo de eternidad de oro rosa es romántico y delicado, es un perfecto testimonio de su amor llevarlo en el día de su boda. De todas maneras, estos anillos también pueden simbolizar un nuevo logro o una celebración para la llegada de un recién nacido.